domingo, 23 de noviembre de 2008

Fragmento

-
(...)...y pensar que iba a perderte irremediablemente. Teníamos pocos días para desafiar al tiempo. Debía despertarte para ir a ese hermoso paseito en donde pasamos tan memorables momentos. Debía despertarte, pero verte allí, acostada en la cama, perfecta en tu sencillez de tarde de domingo, tu piel respirando la siesta, completa, tensa, por las dudas de. Pero más triste era que no te animaras a ser, con lo mucho que tenías para endulzar esta taza gigante...(...)
-

No hay comentarios.: